Inma García Ayuso/ Madrid
La falta de mantenimiento agrava el problema de la seguridad vial en nuestras carreteras, tanto en los vehículos nuevos como en los de más de 10 años. Ésta es una de las principales conclusiones del estudio Influencia del Envejecimiento del Parque Automovilístico en los Accidentes de Tráfico (2008-2013), que ha sido presentado por el director de la Fundación Línea Directa, Francisco Valencia.
La compañía de seguros, basándose en datos de la DGT y realizando sus propias pruebas en circuito en colaboración con Fesvial, concluye que el buen mantenimiento de los neumáticos y los amortiguadores es esencial para la prevención de accidentes. De esta manera, un coche viejo con neumáticos y amortiguadores en buenas condiciones duplica las prestaciones de frenado y esquive de obstáculos, frente a uno mal mantenido, aún siendo nuevo. Así, la distancia de frenado se reduce en 6,3 metros entre un coche antiguo bien mantenido, frente a uno nuevo que no lo está.
Respecto a la idoneidad de reclamar y establecer algún tipo de ayuda estatal para el mantenimiento de los vehículos, Francisco Valencia, afirma que «serían bienvenidas», si bien no sabe cómo se podrían articular.
Este estudio también ha evidenciado que desde el inicio de la crisis, en 2008, el número de servicios de asistencia en carretera ha aumentado un 40% y en el caso concreto de los vehículos cuya antigüedad sobrepasaba los 10 años se ha multiplicado por tres, en este periodo. Además, destaca el hecho de que un 20% de los coches que se averiaron en los seis meses posteriores sufrieron algún tipo de accidente.
Mayor riesgo por antigüedad
Del mismo modo, señalan que en caso de accidente, el riesgo de fallecer se multiplica por dos si la antigüedad del vehículo implicado supera los 15 años, frente a uno de menos de cuatro.
Asímismo, el estudio concluye que, hasta 2013, los accidentes con víctimas de los coches con más de 15 años crecieron un 78%, al pasar de un 8,4%, en 2008, al 15% y ya casi superan a los de los vehículos de menos de cuatro años, que han seguido una evolución inversa, al pasar del 36,7% al 15,9%. De hecho, en 2013, las víctimas en accidentes con vehículos de más de 15 años superaron a los nuevos, ya que fallecieron 584 personas en vehículos de más de 10 años, frente a las 457, que viajaban en uno nuevo o seminuevo.
A esta circunstancia contribuye el hecho de que el parque automovilístico español ha envejecido durante estos años de crisis, ahora es tres años más viejo, y en estos momentos, seis de cada 10 vehículos tiene más de 10 años; así, la edad media de nuestro parque es de 11,2 años, cuando la media europea se sitúa en 9,7.
Coches sin ITV
Además, otro dato que destaca el estudio es el hecho de que más de 1,2 millones de vehículos circulan con la ITV caducada por nuestro país y, desde 2008, se han triplicado los accidentes en los que se han visto implicados estos coches.
En cuanto al perfil del conductor accidentado en vehículo antiguo, el estudio define que es un hombre joven, de entre 18 y 25 años, y no profesional y destaca el incremento de personas mayores de 65 años. Los siniestros más frecuentes son las salidas de vía en carreteras convencionales.