Pablo M. Ballesteros / Madrid
El Ministerio de Industria debe a los concesionarios españoles alrededor de 101,9 millones de euros por el dinero adelantado por los vendedores en los planes PIVE 8, 7 y 6, frente a los 125 millones que adeudaba a principios de julio, según los cálculos realizados por La Tribuna de Automoción.
A día de hoy, la mayor deuda la tienen como consecuencia del PIVE 8, ya que se han gastado cerca de 55 millones de euros —de los que no se ha devuelto nada a los concesionarios—, por lo que aún quedan fondos por valor de 170 millones.
Del PIVE 7, según el último informe del 31 de agosto, faltaría por pagar 25,4 millones de euros, de los 32.000 expedientes válidos que se registraron, mientras que la evaluación y pago de las operaciones del PIVE 6 han despegado en agosto e Industria sólo tiene que abonar 21,5 millones de euros más, de los 318,7 millones iniciales.
El PIVE 8 no se gastará antes del 31 de diciembre de 2015
A pesar de que desde alguna asociación del sector se ha avisado de que el PIVE 8 podía acabar después del verano, no será así. Según han comentado fuentes de las redes de distribución a este periódico, a día 2 de septiembre, se han reservado 55 millones de euros por lo que aún quedan 170 millones de euros del presupuesto de 225 millones.
El PIVE 8, que se publicó el 15 de mayo de 2015, lleva en vigor 109 días naturales, por lo que se emplea una media de 504.587 euros al días, teniendo en cuenta que el PIVE 8 concluirá, por imperativo legal, el 31 de diciembre de 2015, sobrarán fondos por valor de 120 millones de euros (quedan 120 días, por lo que se emplearán otros 60,5 millones).
Esta edición del PIVE se está gastando particularmente despacio ya que se ha reducido la cuantía de la ayuda a 750 euros, frente a los 1.000 euros de los siete primeros planes. A ello, hay que añadir la cláusula por la que el beneficiario tiene que tener en propiedad el coche a achatarrar, al menos un año.