Carlos Olmo / Madrid
El Tribuna Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha anulado el Expediente de Regulación de Empleo que Tenneco presentó en su planta de Gijón el 14 de octubre y que le llevó a despedir al total de la plantilla, 216 trabajadores, el pasado 31 de diciembre. Esto supone la obligación de readmitir a todos sus empleados a partir de mañana. La compañía tiene cinco días para recurrir la sentencia.
El motivo esgrimido en la sentencia es que «no hubo una negociación de buena fe por parte de la empresa», tal y como los trabajadores indicaron desde que el ERE fue presentado. Han sido muchos los problemas que los representantes sindicales se han encontrado para intentar llegar a un entendimiento por parte de la empresa. Nunca aceptaron ninguna de las propuestas presentadas por los trabajadores, que incluyeron la posibilidad de reestructurar la plantilla o de quedarse con la maquinaria de las líneas de producción como indemnización por los despidos. Tampoco aceptaron un estudio de Secafi, una consultora independiente, que mostró cómo la planta podría ser más eficaz.
Y es que la dirección de la compañía a nivel europeo ya señaló antes de verano a la planta asturiana como ejemplo de buen hacer y de consecución de altos niveles de calidad. Sin embargo, según han indicado lo sindicatos ante el tribunal, ya tenía planeado el cierre de la fábrica desde principios de año y el traslado de la producción.
Esto les llevó a presentar el ERE en octubre, para sorpresa de sus trabajadores, a ingresar las indemnizaciones por despido el 24 de diciembre, y a cesar las cargas de trabajo el 31 de diciembre. Pese al despido los trabajadores iniciaron una guardia ininterrumpida en la fábrica desde el 1 de enero en turnos de ocho horas para evitar que Tenneco pudiera sacar la maquinaria, lo que llevó a la compañía a protestar por entrada ilegal en sus instalaciones.
Las intenciones de la compañía pasaban por trasladar la producción a Rusia, donde la compañía cuenta con varias fábricas, por lo que los trabajadores impidieron el desmantelamiento de la planta.
Tras la sentencia, y a falta de saber si la empresa recurre, los trabajadores deben regresar mañana a la fábrica a trabajar, aunque no tengan carga de trabajo.
