Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
En el último año, el porcentaje de tramos negros en las carreteras españolas ha caído 1,5 puntos porcentuales, según el último estudio de EuroRAP que ha difundido el RACC.
El estudio, en el que se han analizado 1.350 tramos de la red vial española que representan el 52% de la movilidad por carretera en nuestro país, el 5,8% de los tramos presentan un riesgo elevado o muy elevado de sufrir un accidente para los conductores. Hace dos años esa cifra era de alrededor de 10% y hace diez años del 36%.
Por su parte, han aumentado los tramos de carreteras de riesgo bajo o muy bajo, pasando del 5% hace diez años al 39% en 2011. Donde más se ha reducido el riesgo de accidentalidad ha sido en las autopistas, donde se ha registrado un descenso del 73,4%, mientras que en las carreteras convencionales esta reducción se situó en el 57,6%.
Estos datos suponen que si en el año 2000 la probabilidad de tener un accidente en una carretera convencional era el doble que una vía de alta capacidad, en 2011 esa probabilidad es el triple, aunque en ambos casos ha descendido considerablemente.
Por Comunidades Automónomas, Galicia es la que más kilómetros tiene de tramos negros, un 2,9%, seguida de Asturias (2,8%) y Castilla y León (2,3%). En total son 7 las Comunidades donde se concentran el 1,4% de los tramos negros en España (del 1,8% total), mientras que en 6 regiones no hay kilómetros con un riesgo muy elevado de accidente.
Por provincias, León se lleva la palma, con un 10,1% de sus carreteras con tramos negros, mientras que Sevilla sería la segunda con un 4,7%.
4 carreteras agluitan el 50%
En total, las carreteras españolas presentan 24 tramos en los que existe para los conductores un riesgo muy elevado de sufrir un accidente. De ellos, la mitad de ellos se concentran en cuatro carreteras y 1 de cada 4 se sitúan en la N-630, conocida como Ruta de la Plata, entre Gijón y Sevilla.
Si tenemos en cuenta los tramos con una intensidad media diaria de al menos 2.000 vehículos, son tres los tramos de riesgo “muy elevado”, la SC-21 en La Coruña entre el Enlace de la A-54 y el aeropuerto de Santiago de Compostela, la N-640 en Lugo y la N-632 en Asturias.
En el estudio, también se han difundido los tramos con una mayor concentración de accidentes de motos en España. Entre ellos destacan por novedosos dos tramos en Madrid, en la A-1 desde el enlace con la M-40 hasta el cruce con la M-100 a Algete, en total 11,5 kilómetros.