Pablo M. Ballesteros / Madrid
A pesar de que España es un país con gran tradición ciclista, por su buena climatología y porque es tierra de bravos campeones como Luis Ocaña, Federico Martín Bahomontes, o más recientemente Alberto Contador y Miguel Induráin. En nuestro país falta cultura de convivencia entre las bicicletas y los coches.
El diagnóstico es claro. No hay respeto por parte de los conductores que pasan pegados a gran velocidad al cuerpo de los ciclistas, mientras que éstos descuidan su protección, su visibilidad y en ocasiones se apelotonan en lugar de marchar en línea o como mucho con un solo ciclista a su lado.
Según un estudio de la Fundación Mapfre, España es en el país europeo donde más ciclistas fallecen en accidentes que suceden fuera de poblado. En 2010, el último dato que se conoce, murieron 49 personas que circulaban en su bicicleta por carretera. A este dato hay que sumarle los 18 que fallecieron en una zona urbana. En total, fueron 67 los ciclistas que perdieron la vida por practicar este deporte.
En este mismo año en Europa murieron 1.824 ciclistas, mientras que en 2001 hubo más de 3.000 víctimas mortales. Esta buena evolución se truncó en España entre 2009 y 2010 ya que en 2009 hubo 56 muertos, entre carretera y poblado.
El director general del Instituto de Seguridad Vial de la institución, Julio Laria, ha señalado además, que en 2011 fallecieron 33 personas que circulaban en bicicleta por carretera. Este dato es provisional, por lo que sólo se tuvieron en cuenta las muertes que suceden 24 horas después del accidente.
Esta misma Fundación en colaboración con Miguel Induráin, que estuvo presente en el acto de presentación de la iniciativa, ha realizado un DVD ‘La bicicleta y la seguridad vial’ en el que se dan consejos para evitar siniestros y que se distribuirá en lugares como en colegios o asociaciones de víctimas.