Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
El Salón del Automóvil de Nueva York ha alumbrado por fin una de las fantasías colectivas de nuestro tiempo: el coche volador. Se trata de un coche capaz de transitar por cualquier autopista y en menos de un minuto desplegar dos alas situadas en sus puertas laterales y convertirse en una avioneta que vuela hasta una altura de 427 metros.
El nuevo coche, bautizado como Transition, consume 7 litros cada 100 kilómetros y alcanza una velocidad máxima de 185 kilómetros por hora y para despegar necesita recorrer alrededor de 500 metros, por lo que no es tan fácil su que pueda salir volando en cualquier circunstancia.
La intención de la marca, sin embargo, parece ser la de demostrar que este sueño se podía hacer realidad. De hecho tienen previsto comenzar a comercializarlo a finales de este año a un coste de poco más de 200.000 euros. Ya han recibido los primeros cien pedidos, según un portavoz de la marca.
“Es un vehículo impresionante tanto en carretera como en el aire”, dijo el piloto que dirigió el primer vuelo del Transition, Phil Meteer, quien añadió que “un divertido modo de transporte atrasado durante mucho tiempo está a la vuelta de la esquina”.
El pasado 23 de marzo, Meteer pilotó ese vehículo de dos pasajeros durante ocho minutos tras despegar del Aeropuerto Internacional de Plattsburgh, en Nueva York, y después pudo conducirlo por carretera hasta el aparcamiento de su casa.
Otro volador en Europa
El Transition no es el único coche volador que se ha presentado estos días. La empresa holandesa PAL-V presentó hace unos días una alternativa europea. Se trata de un vehículo de tres ruedas que es capaz de desplegar dos aspas y convertirse en un helicóptero.
El nuevo vehículo tiene la ventaja de cumplir con todas las normativas de circulación y de vuelo, pero el prototipo aún no está tan desarrollado como su homólogo estadounidense. La empresa holandesa está buscando inversores para lanzar la versión comercial en 2014.
La velocidad máxima tanto en carretera como en el aire es de 180 kilómetros por hora, y la autonomía de vuelo es de entre 350 y 500 kilómetros. El precio rondaría entre los 250.000 euros y el medio millón.
