Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
En enero, las matriculaciones de turismos registraron un leve crecimiento con 54.961 unidades por las 53.634 del 2011, lo que supone un 2,5% más. A pesar de ello, el volumen en este primer mes del año nos sitúa en los niveles de 1995.
El incremento se debe a dos factores: a lo que ANFAC y Ganvam en su informe mensual han calificado como el “efecto calendario”, ya que este año enero ha tenido un día hábil más que en el pasado curso; y a los buenos resultados registrados en el canal de alquiladores, que aumentó sus matriculaciones en un 58,1% y un total de 9.718 unidades.
De hecho, sólo este canal ha incrementado sus compras, ya que los particulares han vuelto a caer hasta las 26.248 unidades, es decir, un 2,8% con respecto al año anterior y ya son 19 meses de caídas consecutivas.
Las compras de empresas también han sufrido un retroceso del 7,2% hasta un total de 18.995, pero aún así, el conjunto de las matriculaciones de las empresas alquiladoras y no alquiladoras supera a la de los particulares. Esto nos deja un ratio de 48 coches de cada 100 que se vendieron en enero los compraron particulares, cuando hace cinco años ese ratio era de 60 por cada 100 coches.
El único dato positivo que destaca el comunicado es que el precio de los vehículos en España ha bajado de media un 10%, gracias a las “constantes promociones y ofertas comerciales que continúan realizando fabricantes y concesionarios”, tal y como ha asegurado Arancha Mur, directora económica de ANFAC.
Previsiones presimistas
Las previsiones de futuro tampoco son muy prometedoras. Los pedidos del mes enero han caído un 40%, lo que anticipa un febrero de nuevo con volúmenes de compra muy bajos. Según el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, las malas perspectivas económicas “hacen prever un ejercicio por debajo de las 800.000 matriculaciones”.
Además, Sánchez Torres cree que de confirmarse estas previsiones se podrían perder más de 3.000 puestos de trabajo y medio millar de pymes en el sector de la distribución de vehículos, “algo que sólo podría evitarse si se saca adelante un plan de incentivos a la compra basado en el achatarramiento, cuyo elevado retorno fiscal convertiría la medida en una inversión y no en un gasto, totalmente compatible con los planes de austeridad del nuevo Gobierno”.
Por marcas, Peugeot fue el que más vendió con 5.197 vehículos, mientras que Volkswagen y Citroen ocuparon los otros puestos del podio con 4.683 y 4.129 unidades cada uno. Por modelos el Citroen C4 fue el más vendido, seguido del Nissan Qashqai y el Peugeot 207.
