Yago López / Madrid
Volvo está participando en un proyecto de carga inductiva junto con el especialista belga en tecnología y desarrollo Flanders´Drive en el que no se necesite ni tomas eléctricas ni cables de carga.
El sistema, que transfiere la energía de forma inalámbrica a la batería del vehículo a través de una placa de carga que se sitúa enterrada en la superficie de la calzada, permitiría la carga de una batería del tamaño de la que porta el Volvo C30 Electric en aproximadamente una hora y 20 minutos.
Johan Konnberg, director de proyecto de la división de vehículos especiales de Volvo, anunció que “el objetivo es que poseer y usar un vehículo eléctrico sea lo más cómodo posible” y destacó que “el proyecto quiere integrar esta tecnología en la superficie de la calzada y tomar la energía directamente del suelo para alimentar el vehículo, lo que es una solución inteligente y de futuro”.
En la actualidad no hay ningún fabricante de vehículos que pueda ofrecer al mercado un producto de estas características terminado.
