latribunadeautomocion.es / Madrid
El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha justificado la instalación de radares en rectas, tramos con buena visibilidad y carreteras “tranquilas” porque un radar “de vez en cuando” tiene el efecto de “amortiguar” la velocidad en el resto de vías.
Navarro ha declarado que se sienten “cómodos con la medida” ya que los radares están avisados con un cartel, y ha defendido los controles de velocidad en cualquier tramo de carretera, no únicamente en los puntos negros y de concentración de accidentes.
En este sentido, informa Efe, ha reconocido que los radares que se instalan en los puntos negros, a veces imponen “demasiadas” multas debido a la limitación de velocidad especialmente baja que hay en estos tramos.
Navarro respondía así al diputado de CiU Jordi Jané, que reprochaba que la DGT haya instalado radares en carreteras de gran capacidad y autovías que no son, en absoluto, las más peligrosas. “El conductor tiene sensación de que se les va a cazar” expresó el diputado anteriormente.
“Cero fallecidos”
La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha fijado como uno de los objetivos primordiales para el periodo 2011-2020 reducir a cero el número de fallecidos en accidentes de tráfico de turismos en zona urbana.
Reducir los siniestros de motoristas, con 600 fallecidos el año pasado, peatones -500 muertos en 2010- y los accidentes de tráfico durante la jornada laboral o de camino al trabajo, serán otras de las prioridades de la DGT.
Más bicicletas
A ello se suma el objetivo de fomentar del uso de la bicicleta, con un millón más de ciclistas habituales, sin que ello suponga un incremento de la siniestralidad de este vehículo de dos ruedas.
“En el actual Reglamento de Circulación, da la impresión de que la bicicleta era un estorbo”, ha reconocido Navarro, que ha anunciado que se hará un “apartado especial” para regular el uso de la bici, respondiendo así a la demanda de muchos ayuntamientos.
Nuevos conductores
Sobre el proyecto de la llamada “conducción acompañada” para mejorar la formación de los nuevos conductores, el responsable de la DGT se ha comprometido a hacer una propuesta concreta durante 2011, aunque “no para no ponerla en marcha” este mismo año.
Por su parte, el portavoz de seguridad vial de CiU, Jordi Jané, ha pedido un cambio radical en el modelo de exámenes teóricos y prácticos a los que se enfrentan los nuevos conductores, que a su juicio se enfrentan a “preguntas trampa”, mientras, las pruebas prácticas son arbitrarias y sin un criterio objetivo.