Yago López / Madrid
El presidente de Renault, Carlos Ghosn, resaltó en declaraciones a los medios franceses que el caso del espionaje industrial no alterará sus planes estratégicos ni los tiempos de entrega del vehículo eléctrico. Ademas, explicó que no tienen ninguna prueba de que la información “robada” tenga que ver con tecnología del vehículo eléctrico, sino con el “modelo económico para su explotación”.
La asociación de Renault con la japonesa Nissan hace que estas marcas se coloquen por delante de sus competidores en el apartado de vehículos eléctricos, pues son los únicos que aúnan en su fabricación las baterías, los motores y los cargadores que conforman las infraestructuras para el desarrollo de estos automóviles.
Sospechas desde agosto
El presidente de la marca aseguró que aunque sospechaban del tema desde el mes de agosto, necesitaban estar seguros de la gravedad del asunto para “no precipitarse ni ralentizar las cosas”. Y subrayó: “Tenemos que proteger a Renault, que ha hecho una inversión masiva” con su socio Nissan, y frente a posibles infiltraciones “no queremos ser un objetivo fácil”.
La empresa se encuentra ahora en espera de “las conclusiones de la Justicia” contra los tres directivos de la firma. Carlos Ghosn no quiso entrar en el argumento de los despedidos, quienes apuntan a una campaña de desestabilización contra la marca francesa.
