latribunadeautomocion.es / Agencias – Madrid
El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hong Lei, ha negado cualquier relación de su país con el escándalo de espionaje industrial en Renault y ha asegurado que las investigaciones que están llevando a cabo los servicios de inteligencia de Francia “carecen de fundamento”.
Lei ha señalado que han tenido conocimiento de los informes que está realizando la Inteligencia gala sobre el caso de los secretos relacionados con el coche eléctrico y resaltó que la gente que dice que China está detrás de esta situación “es irresponsable y carece de base”.
Por su parte, el portavoz del Gobierno francés, Francois Baroin, ha subrayado que “por el momento no hay una acusación oficial de Francia o del Gobierno francés en contra de ningún país” y que las investigaciones están todavía en proceso. “Renault, como otros, es la víctima de una guerra de inteligencia económica”, afirmó.
A la justicia
Renault presentará hoy una denuncia ante la Justicia por el caso de presunto espionaje relacionado con la venta de secretos industriales de su coche eléctrico, y que le llevó a suspender la semana pasada de empleo y sueldo, con carácter cautelar, a tres ejecutivos de la compañía por sospechas de que podían haber filtrado secretos industriales y empresariales
La empresa señala que los tres sospechosos en este caso -altos cargos del grupo- comparecieron este martes ante la dirección en la sede de la empresa, donde les notificaron los hechos que se les reprochan con vistas a su eventual despido.
Uno de los tres ejecutivos sospechosos de vender secretos industriales negó hoy toda implicación en el caso y aseguró que se plantea demostrar que su integridad no puede ser cuestionada, al tiempo que mostró su disposición a colaborar con las investigaciones.
Red internacional de espionaje
Renault aseguró este fin de semana que la “red internacional organizada” de espionaje de la que ha sido víctima no logró interceptar ningún secreto crítico y subrayó que “no cambiará nada del programa de desarrollo de su vehículo eléctrico”.
El diario “Le Figaro” reveló ayer que la supuesta red utilizó una cuenta bancaria en Suiza y otra en Liechtenstein, con 500.000 euros y 130.000 euros, respectivamente, e indicó que el dinero procedía de la China Power Grid Corporation, un gigante de la distribución eléctrica con base en Pekín.
