IGNACIO ALONSO
“Así, no” es el slogan escogido por los sindicatos para animar la convocatoria de huelga general del 29 de septiembre, san Miguel. Es un reclamo afortunado, por su concisión y su atinada descripción de la protesta.
El Gobierno de Rodríguez Zapatero, desde el inicio de la crisis, fue extraordinariamente sensible al sufrimiento laboral de la clase trabajadora, no le tembló el pulso firmando deuda a cambio de consuelo pasajero para los desheredados del puesto de trabajo y no dudó en echar mano de los ahorros futuros para remendar necesidades perentorias de aquellos que se quedaron sin derecho a cobrar el subsidio de paro. Aguantó el tipo frente a las críticas del Partido Popular y no se arrugó frente al malévolo y codicioso pulso que la patronal le echó en la mesa del diálogo social.
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