Este verano arranca en España la comercialización de la nueva generación Sharan, el monovolumen de mayor tamaño de la familia Volkswagen. Con este modelo, del que SEAT tomará la base para fabricar su Alhambra, la firma alemana pretende dar un paso más y posicionarlo como una opción Premium por su calidad, tecnología y nivel de equipamiento, ofreciendo toda la versatilidad característica de un monovolumen unida a la calidad y confort a bordo típica de una berlina de alto standing.
Hace quince años, Volkswagen presentó el primer Sharan, un monovolumen de más de cuatro metros y medio de longitud que terminó por convertirse en el monovolumen de mayor venta en el mercado alemán. Ahora, tres lustros más tarde, llega su más drástica renovación. Y tan drástica, pues del anterior modelo, que experimentó ligeros retoques allá por 2003, tan sólo conserva un elemento, los parasoles.
El Sharan no es un modelo con el que Volkswagen vaya a incrementar de forma notable sus ventas, y menos en este año en el que la marca en nuestro país espera cerrar el año con más o menos las mismas cifras que 2009, pero le sirve para hacerse hueco en una nueva categoría, la de los monovolúmenes Premium. A lo largo de esta década y media, Volkswagen ha conseguido superar las 607.000 unidades en todo el mundo, y en nuestro país fue en 2007 cuando experimentó su mayor éxito comercial alcanzando el millar de unidades. Para este año, y sin dar cifras definitivas, los responsables de Volkswagen en España han asegurado que su objetivo es poder alcanzar esas mil unidades.
Y lo cierto es que este nuevo Sharan dispone de argumentos para conseguirlo. Esta nueva generación poco o nada tiene que ver con el concepto de monovolumen de la anterior. Para empezar, ha crecido de forma considerable. Ahora es 22 centímetros más largo (se estira hasta los 4,85 metros) y 9 centímetros más ancho (alcanza los 1,90 metros). Con estas cotas, permite alcanzar un máximo de capacidad de carga de 2.430 litros. / ALBERTO CÁNOVAS / BERLÍN
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