Roberto García / Madrid
El fabricante mundial de motocicletas, Yamaha, abandona su fábrica española instalada hasta ahora en Cataluña. El grupo Yamaha cerrará sus instalaciones ubicadas en Palau-solità i Plegamans (Barcelona) donde trabajan 440 empleados, según recoge varios medios locales.
La dirección de la empresa comunicará su decisión de recortar la plantilla mañana día 26, según afirman fuentes próximas a la compañía. Así pues, el cese de la actividad productiva llega un año después de que Yamaha anunciara el cierre de su planta italiana. Estos nuevos productos alejaron el fantasma de los expedientes de regulación de empleo en 2010, pero no han impedido el cierre de las instalaciones.
La decisión respondo a la caída del 47% de las ventas en Europa desde 2007 y al descenso del 55% en la producción de motocicletas en el Viejo Continente desde 2008.
Yamaha “quiere trasladarse a Francia”
Los trabajadores de Yamaha han acusado a la compañía de “pretender deslocalizar a Francia la actividad industrial de la fábrica” en Palau-solità i Plegamans (Barcelona), según fuentes de CCOO en la empresa.
Para el sindicato de Comisiones Obreras, lo más grave no es que se deslocalice la actividad que hasta este momento se mantiene en España, sino que “durante años la factoría de Francia ha sido deficitaria y se ha financiado con los buenos resultados de la planta española”.
La UGT de Cataluña también ha emitido un comunicado en el que rechaza “frontalmente” la decisión de Yamaha de cerrar la fábrica que supondría el despido de 430 trabajadores.
El sindicato ha asegurado que no entiende la decisión de la multinacional, teniendo en cuenta que ha hecho inversiones recientes en la planta catalana, y que la producción se ha recuperado en un 40% de 2009 a 2010, al tiempo que ha recordado que en octubre la dirección contrató a unos 40 trabajadores eventuales.
