Un impacto de 190.000 vehículos perdidos por la escasez global de semiconductores en tres meses, un 11% menos que hace un año. Estas son las cifras que ha desvelado el director financiero de Stellantis, Richard Palmer, en la presentación de resultados del primer trimestre de 2021, la primera que hace el consorcio desde la fusión de los grupos FCA y PSA el pasado enero.
Para Palmer, sin embargo, lo peor con respecto a los chips no había pasado, y “el segundo trimestre será incluso peor que el primero, solo se empezará a mejorar en la última mitad del año”. Por este motivo, estiman que el flujo de caja, a cierre de junio, se salde en negativo.
En la ronda de preguntas tras la presentación, el directivo afirmó que el conglomerado estaba considerando recurrir al aprovisionamiento propio de chips, pero lo dejó caer únicamente como “una posibilidad”, ya que, una vez tuvieran estaos canales operativos, los cuellos de botella, “con suerte se habrán superado”.
En cuanto a la facturación, Stellantis declaró 37.000 millones de euros, un 14% más que hace un año. Este resultado habría sido aún mayor si no hubiera sido por el rendimiento negativo del cambio de divisa del dólar estadounidense y el real brasileño, que impactaron en un 7% los ingresos finales.
Por regiones, Europa sigue siendo su mayor mercado, con ventas por valor de 16.000 millones (+15%); a la que le siguieron Norteamérica, con 15.900 millones (+9%); Sudamérica, con 2.100 millones (+31%) y Asia, con 900 millones (+35%).
Además, Palmer señaló que el tamaño de los inventarios había ido en descenso con relación al trimestre anterior, algo que valoró, pues “permite ser más ágiles en la toma de decisiones”. A cierre de marzo, la compañía contaba con 1.839.000 vehículos en sus campas, divididos entre su red filial (434.000) y sus concesionarios (1.405.000).
Las previsiones para sus principales mercados este año serán de un crecimiento en cifra de negocio del 20% en Sudamérica; del 10% en Europa, del 8% en Norteamérica y del 5% en China.
