Lejos queda ya aquel mecánico que identificaba el problema de un vehículo solo con escuchar su motor o realizando unos kilómetros. Ahora se necesita una amplia instrumentación y equipos informáticos que son los que diagnostican el fallo y la solución más conveniente. Pero esta evolución no se detiene aquí. Las nuevas mecánicas, tecnologías y sistemas de seguridad que acercan nuestros vehículos a la conducción autónoma hacen que el futuro taller mecánico requiera de una mayor formación, digitalización y especialización en estos nuevos apartados.
Estas fueron, al menos, las principales conclusiones que se pudieron obtener del último webinar puesto en marcha por Asepa (Asociación Española de Profesionales de la Automoción) y en el que participaron representantes de Cesvimap, Robert Bosch y Cetraa.
Por delante queda un mundo por descubrir. La llegada de nuevas mecánicas que emplean gases, electricidad o hidrógeno variará no solo el modo de reparar sino de tratar los vehículos para una simple operación de chapa y pintura, mientras que la aparición de radares, sensores y cámaras obligarán a la incorporación de nuevas herramientas y pruebas con las que pocos están familiarizados actualmente.
Y esto sucede en un ecosistema en el que hasta el 70% de los negocios son empresas que tienen un máximo de cinco trabajadores. Por ello, los cambios que se prevén en el modelo empresarial son amplios.
Movilidad Case
El director general de Cesvimap (Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Mapfre), José María Cancer, hizo referencia a la movilidad CASE como clave de futuro de los talleres mecánicos: C de Conectado, A de autónomo, S de sharing (compartido) y smart (inteligente) y E de eléctrico.
Aludió a que la carga tecnológica de nuestros coches cada día es mayor por lo que la instrumentación para repararlo gana en sofisticación. Ya no vale con un martillo y un banco de pruebas, ahora se requieren equipos informáticos que en muchas ocasiones están conectados entre ellos mediante bluetooth o wifi y que necesitan de una base de datos que consultar la cual puede estar alojada en la nube.
Además, alertó sobre la necesidad de contar con una infraestructura de primer nivel para estas reparaciones. E hizo referencia al peligro del hackeo informático tanto de estas herramientas digitales como del propio coche, en el que cada día, en la conducción, es más importante la tecnología y menos el factor humano.
Y, apuntó, finalmente, a la posible creación de nuevos modelos de negocio. Estos equipamientos son caros. Y los elementos a reparar exigirán una formación específica para cada uno. Por ello, reseñó la posible llegada de nuevos talleres más grandes con zonas específicas para cada mecánica y la atención de cada sistema, al tiempo que podrían aparecer nuevos profesionales autónomos que atiendan a varios centros al estar especializados en un aspecto muy concreto del vehículo o contar con una máquina de reparación concreta.
El taller mecánico del futuro ya está aquí
Desde la propia asociación, el director técnico de Conepa, Juan Carlos García, se refería a los cambios estructurales que ya están llegando a los propios establecimientos pues algunos procedimientos se están ejecutando de una forma muy diferente a como se hacían antes. La complejidad ha llegado incluso a los procesos de pintado de los coches, con algunas pinturas que mezclan los pigmentos en el mismo momento de su aplicación.
Por ello, se refirió a la importancia de una buena formación previa de los profesionales antes de llegar al futuro taller mecánico; y a contar con equipos actualizados, a lo que hay que sumar una cuidadosa gestión empresarial que empieza no solo en la elección del personal y de sus herramientas de trabajo sino, también, en la petición de las piezas, ahora mucho más específicas para cada automóvil y más caras por sus altas dosis de tecnología.
En cuanto al director de asistencia técnica y responsable de ventas de equipamiento de taller y servicios para España y Portugal de Robert Bosch, Vicente de las Heras, redundó en la importancia de la llegada de la digitalización y de la seguridad informática, hasta el punto de que podría ser la propia centralita del coche la que comunique al punto de reparación su fallo y solicitar las piezas que necesita antes de que este llegue. Así, todo estaría listo para la intervención cuando llegue el automóvil.
Por último, la secretaria general de Cetraa (la Confederación Española de Talleres), Ana Ávila, aludió a las nuevas normativas que se están implementando en nuestras mecánicas y ciudades y que los talleres no deben perder de vista. A estos también les tocará ponerse al día. Tendrán que tratar los residuos como marca la ley. Y deberán reducir el impacto medioambiental de su actividad.