Cuando en la misma frase se mezclan las palabras Iveco y ERTE, la siguiente que suele aparecer vinculada es Madrid, donde en los últimos años conviven con tres expedientes que han ido encadenando, este último de 105 días que se extiende hasta el final de 2019.
Sin embargo, la sorpresa ha saltado cuando la propuesta de regulación se ha puesto encima del tapete del centro de Valladolid, donde recientemente han comenzado a hacer el restyling de la Daily y además montan la cabina del camión que se fabrica en Madrid, del cual se acaba de presentar la nueva generación, que cambia de nombre y de Stralis pasa a S-Way.
Con esa perspectiva, en principio halagüeña, la responsable de Recursos Humanos de la planta de Valladolid de Iveco, Vanesa Vicente, planteó a la representación legal de los trabajadores la necesidad de “proceder a la suspensión de los contratos de trabajo” de los empleados del centro.
En el escrito, sellado ayer 17 de septiembre y en el que no se fija un número de días ni un periodo determinado para la aplicación del ERTE, la compañía aduce “las circunstancias productivas que se prevén próximamente”. En la actualidad, hacen 61 unidades por turno, en una fábrica que trabaja mañana y tarde.
Asimismo, fija como fecha para el inicio de las consultas el 24 de septiembre, por lo que el comité de empresa, que será de donde procedan los delegados sindicales que conformarán el grupo negociador, disponen de siete días para comunicar a la empresa quien formará parte de las conversaciones.
Por su parte, el pleno del Comité, que ha insistido en la necesidad de no colaborar con la empresa con la realización de horas extra, se reunirá el 20 de septiembre para analizar la situación y decidir quiénes serán los representantes de la negociación.