El director general de Citroën para España y Portugal, Pablo Puey, ha señalado que la marca está haciendo este año “un trabajo importante con la red” para reducir la “dispersión” de los resultados económicos de la misma, puesto que actualmente hay concesionarios que registran una cuota del 10% frente a otros con un 5%. La marca de los chevrones finalizó noviembre con una penetración en el mercado español de automóviles y comerciales de un 6,75% y la previsión es cerrar el ejercicio con un 6,9%.
El ejecutivo argentino, que mantuvo hoy un encuentro con la prensa para hacer balance de actividad de 2018, indicó que a las concesiones que peores resultados registran, que “representan un 10% ” de los 120 existentes, se les ha realizado “una llamada de atención” para que impulsen sus números, pudiéndose dar casos de cancelaciones de contratos o traspasos de negocio, siempre y cuando no se logre revertir una situación que calificó de “crítica”. Citroën, para contribuir en el proceso, está trabajando con estas instalaciones para concretar “planes de recuperación”.
El impacto de los pobres resultados de esta porción de la red es relevante en la media de la rentabilidad. Así, si se contabilizan todos los distribuidores se registraba un +0,6% en junio, mientras que, si se dejan de lado los negocios problemáticos, la cifra crece hasta el +1%, un beneficio que, no obstante, está casi medio punto por debajo del sector en España, a tenor de los cálculos de la consultora Snap-on Business Solutions.
A preguntas de este medio, Puey aclaró que “no existe una fecha límite” para que las concesiones señaladas consigan remontar sus números, sino que depende de cada situación. El plazo es menor si las cuentas están muy por debajo de lo que deberían en la zona donde se opera, concretó el ejecutivo, que puso encima de la mesa como una fórmula interesante “la concentración” empresarial para que inversores puedan asumir territorios más amplios y puedan amortizar los elevados costes estructurales.
Doble objetivo
De cara a las previsiones de ganancias de la red en el futuro, el directivo subrayó que “nos nos planteamos medias”, sino que el objetivo de la marca es “crecer en cuota y volver a entrar en el top 3 de ventas” en el mercado de automóviles y comerciales. El año pasado acabó en cuarta posición.
Para 2019, Citroën calcula que podrá mejorar su penetración 0,5 puntos, hasta un 7,40% o un 7,50%, en un contexto de “estabilidad” en la evolución de las matriculaciones en España. Las perspectivas, por tanto, son positivas, a juicio de Puey, quien enfatiza el papel que va a jugar el año que viene el C5 Aircross, un SUV que se encuadra en un segmento que representa un 20% del mercado siendo también la principal categoría en el canal de particulares.
Pese a no contar con este modelo de volumen, en la marca francesa están muy satisfechos con los resultados de 2018, cuando esperan comercializar alrededor de 105.000 unidades, lo que supondría superar las 100.000 ventas por primera vez desde 2010, cuando se entregaron 103.154.
Ignacio Anasagasti / Madrid