Adrián Vega / Madrid
Algo está pasando (otra vez) en Mercedes-Benz, que se prepara para renovar su gama de compactos tras haber vendido más de tres millones de vehículos de la última generación. La firma de la estrella pretende ampliar el segmento con el que logró abrirse a un público objetivo más joven y menos conservador, ofreciendo en total ocho carrocerías.
En este contexto aparece el nuevo Clase A, dispuesto a seguir la estela del modelo anterior, que a pesar de haber llegado al final de ciclo, logró vender 10.700 unidades el año pasado. El diseño exterior es continuista, demostrando que la combinación de coche compacto con aires deportivos sigue siendo una apuesta ganadora. Aun así, la longitud aumenta 120 milímetros hasta los 4,42 metros y la batalla tiene 30 milímetros más, hasta los 2,72 metros, lo cual contribuye a que el habitáculo sea más espacioso, sobre todo en los asientos traseros. La capacidad del maletero también ha ganado 29 litros y ofrece en total 370 litros.
Por otra parte, la reducción de las superficies ocultas por los montantes ha servido para que la visibilidad en todas las direcciones mejore en aproximadamente un 10%, reduciendo los ángulos muertos respecto a su predecesor. También se ha contribuido a reducir los ruidos durante la conducción al aumentar la rigidez del chasis, reforzando los punto de unión.
Sin embargo, la verdadera revolución se encuentra en el interior, cuyo diseño y funcionalidad sitúa a este modelo a la cabeza del segmento premium compacto. El plato fuerte es el sistema de infotainment MBUX (Mercedes-Benz User Experience), dotado de dos display de 7 pulgadas de serie —ampliables a 10,25”— que crean una superficie digital ininterrumpida desde el cuadro de instrumentos hasta el salpicadero. La consola frontal ofrece una pantalla táctil con controles de uso intuitivos y fluidos, y gráficos proporcionados por Nvidia, compañía de tarjetas gráficas dedicada al sector de los videojuegos.
El objetivo es que el propietario del coche sea capaz de amoldar su vehículo a sus necesidades, para lo cual se puede personalizar el menú con distintas configuraciones según el usuario o el momento. Asimismo, el Clase A ofrece de serie el mando fónico Hey, Mercedes, que permite dar comandos al sistema usando un lenguaje natural e indirecto. Solo con decir «tengo frío», el climatizador recibiría la orden de subir la temperatura, o bastaría decir «tengo hambre» para que el navegador sugiriera las áreas de restauración más cercanas.
Por último, dentro de las novedades tecnológicas del modelo, destaca la llave digital adhesiva, la cual se puede pegar detrás del móvil convirtiendo a éste en un mando a distancia con el que abrir y cerrar el coche. Igualmente resulta novedoso el sistema de carsharing entre particulares, por el cual el dueño de un Clase A podrá ceder su coche durante un tiempo limitado a través de una aplicación móvil.
Opciones de motorización
En España estarán disponibles en el momento del lanzamiento dos motorizaciones, una gasolina y otra diésel. El motor A 200 es un 1.3 gasolina con 120 kW (163 CV). Ofrece un 11% más de potencia que el anterior modelo y ofrece la posibilidad tanto de montar cambio manual de seis velocidades como el automático 7G-DCT. Su precio de salida son 31.400 euros.
Por otra parte, Mercedes-Benz también ofrece la versión A 180d con motor 1.5 con 85 kW (116 CV), asociado únicamente con el cambio automático de doble embrague y 7 velocidades 7G-DCT. Su precio de partida son 32.700 euros.
Ambas motorizaciones incluyen filtros de CO2 y partículas en sendos carburantes. La marca ya acepta pedidos y se espera que los primeros coches se entreguen a finales del mes de mayo.
En otoño se sumará a estas opciones un propulsor aún más potente, el A 250 de 2 litros y 224 CV, asociado al sistema de tracción total 4Matic.