Los sindicatos CCOO y UGT demandarán a Ibericar por incumplir el acuerdo firmado en 2012, por el cual, los trabajadores de este grupo de distribución veían reducido su salario —un 12%, 17% y 23%, en función del sueldo que percibieran, o podían desvincularse con una indemnización de 20 días por año trabajado—, pero la empresa se comprometía a repartir un 20% de los beneficios entre la plantilla cuando se produjeran.
Según fuentes sindicales a las que ha tenido acceso La Tribuna de Automoción, en 2015 el grupo de concesionarios registró un balance positivo de 2,098 millones de euros, pero se negó a cumplir con la parte del pacto en la que se mencionaba el reparto del 20% de este beneficio.
La empresa, que desde finales de 2016 está participada al 100% por la portuguesa Salvador Caetano, alega que en 2015 el beneficio procedió de la división lusa del negocio, ya que los concesionarios españoles continuaron en pérdidas, en concreto de seis millones de euros. Los representantes de los empleados defienden que en el acuerdo de 2012 no se mencionaba la procedencia de los ingresos.
Durante la mañana de ayer, 7 de junio, ambas partes acudieron a una reunión en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), pero el encuentro se cerró sin acuerdo, por lo que CCOO y UGT han decidido demandar a la empresa.
En Ibericar trabajan 1.400 empleados y tienen 50 instalaciones en las que se distribuyen 12 marcas de automoción y matriculan alrededor de 30.000 coches al año, según consta en su propia página web. Esta publicación ha intentado ponerse en contacto con la compañía, pero no ha sido posible.
Pablo M. Ballesteros / Madrid
