Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
La ventas de coches cerrarán definitivamente el año por debajo de la línea roja de las 700.000 unidades que habían marcado las asociaciones automovilísticas españolas. Diciembre registrará previsiblemente 48.689 unidades, según las previsiones de la consultora MSI y que ha publicado el diario Cinco Días, lo que supone que el año cerrará en 698.315 matriculaciones, un 13,7% menos que en 2011.
Con estos datos, en los tres meses de vigencia del Plan PIVE se habrían matriculado 141.841 automóviles, es decir, un -23,4% con respecto al mismo periodo del año pasado. Además se han ralentizado las peticiones de vehículos al programa, ya que si en la segunda quincena de septiembre se registraron 11.000 pedidos y en noviembre alcanzaron alrededor de 30.000, se calcula que en diciembre será de unos 16.000.
Los expertos prefieren ver el vaso medio lleno. En total, durante este año se habrán registrado 55.700 peticiones para acogerse al Plan de los 75.000 previstos hasta marzo por lo que parece que durante el mes de enero se podrían agotar los fondos.
Además, según asegura Cinco Días, el PIVE ha tenido efectos positivos en el canal de particulares, con una demanda añadida de 12.700 matriculaciones en los últimos dos meses.
También han aumentado las visitas al concesionario y el Plan ha vuelto a dinamizar el mercado, pero es evidente que la el PIVE no ha tenido el efecto esperado en las matriculaciones. Según expertos del sector esto se debe, sobre todo, a la falta de stock de los modelos más demandados, lo que retrasa en un mes o mes y medio la entrega del vehículo con respecto al momento en que se pide.
Otra causa puede ser la burocracia necesaria para la aprobación de las solicitudes en el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE).
