Carlos Olmo/ Madrid
El acuerdo para el ERE de Michelin entre dirección de la compañía y el Comité Intercentros de las fábricas está cerca tras al reunión que ambas partes mantuvieron ayer. Sindicatos y empresa están de acuerdo en diversos aspectos que conforman la parada temporal de la producción, entienden que hay más stock de producto del admisible, aunque las desavenencias llegan en el reparto de los días del ERE y el sueldo que deberán recibir los trabajadores los días que no acudirán a las plantas.
La diferencia entre la previsión de ventas de neumáticos y el mercado real de ruedas en lo que va de año llevó a la dirección de la empresa a plantear un ERE de 36 días a los trabajadores de las fábricas entre mayo y septiembre. Las principales líneas de producción que se verían afectadas serían las de camión y turismo, así como la de moto, lo que supone que la planta de Aranda de Duero (Burgos) y Lasarte (Vitoria) se detendrían prácticamente en su totalidad.
Los sindicatos pidieron ayer que el sueldo de los trabajadores en estos días sea del 85% y que se mantengan los planes de inversiones y de formación previstos en el convenio laboral suscrito en diciembre de 2011. También solicitan que no formen parte de este ERE los trabajadores que aún no hayan cotizado el mínimo para disponer de paro y que se cree un plan de detención a largo plazo.
La compañía acepta algunas de las condiciones puestas por los sindicatos, aunque apuntan a que no pueden sufragar más del 70% de los sueldos y que el programa de paradas se realizará de forma semanal según la evolución de ventas y fabricación que tengan las plantas.
Tras la documentación presentada en una primera reunión, el ERE lo aceptan CCOO, UGT y CSI, que tienen representación mayoritaria en el Comité de Intercentros, mientras que reniegan ELA, LAB, ESK y CGT. Según fuentes sindicales consultadas por La Tribuna de Automoción, no lo aceptan porque no entienden que sólo cuatro meses después de la firma de un convenio colectivo en el que se incluían unas previsiones de fabricación y ventas para el periodo 2011 y 2014 “necesite una corrección a tan corto plazo”.
Al mismo entienden que la compañía tiene sus cuentas “lo suficientemente saneadas” (1.400 millones de beneficio a nivel internacional en 2011 y mejora del 13% en el primer trimestre de este año), como para tener que “recortar parte del sueldo de sus trabajadores”. Tampoco aceptan “que la parada de trabajo se haga a costa del dinero público, teniendo en cuenta la situación en la que vive el país”.
El viernes se producirá una tercera negociación en la planta de Aranda de Duero en la que se pretende llegar a un acuerdo definitivo sobre el ERE y el modo en el que se verán afectados los trabajadores.
