latribunadeautomocion.es / Madrid
Entre Citroën anda la partida. El nuevo presidente de la República francesa, el socialista François Hollande, se decantó por un DS5 para el acto de investidura celebrado ayer, lo que supone un fuerte espaldarazo a la tecnología híbrida. El modelo de la marca de los chevrones es una berlina híbrida diésel que desarrolla una potencia de 200 CV, consume 3,8 litros y emite 99 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido.
En un comunicado, la empresa indica que “aunque no todos los coches de los presidentes franceses han sido Citroën, sin duda ésta es la marca que se asocia en mayor medida a los más altos dignatarios de la República Francesa”.
Además de Hollande, tenemos otros muchos ejemplos. En 1954, el presidente René Coty escogió un Traction 15/6 H, el famoso Tracción delantera; mientras que Charles de Gaulle se decantó por un DS, dotado de techo corredizo eléctrico, a partir de 1958, con el que podía saludar a la muchedumbre permaneciendo de pie en el coche.
En 1971, Georges Pompidou empleó el SM como vehículo presidencial. Este modelo también sería utilizado por sus sucesores Valéry Giscard d’Estaing, François Mitterrand y Jacques Chirac.
Por su parte, el ya expresidente Nicolas Sarkozy eligió un C6 para todos sus desplazamientos entre 2006 y 2008.