JAVIER MENÉNDEZ
Están lejanos aquellos tiempos en los que el acto de inauguración de los Salones del Automóvil, marcaba el baremo de importancia del certamen. La presencia de SS MM los Reyes de España era el punto máximo de valoración de dicho acto y además, proporcionaba al sector del certamen un glamour especial que lo diferenciaban del resto.
La del Automóvil era una de las reuniones sectoriales que gozaba del privilegio de contar con la presencia de algún miembro de la familia real en los actos de apertura, con lo que se generaban una serie de beneficios adicionales importantes, como por ejemplo, la amplia repercusión mediática que su presencia genera.
Sin embargo, en esta edición del Salón del Automóvil Ecológico hemos tenido el privilegio de que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, que en opinión de este humilde informador, se está mostrando como el mejor que ha tenido el sector de automoción, aunque a algunos les “joda” el que se paseara por todos y cada uno de los recintos expositores del certamen.
La Automoción, con su presencia, ha recuperado escaños en la valoración de los Salones y es de lo que nos tenemos que alegrar los que vivimos del negocio y de la industria del automóvil. Esperemos que la visita del ministro, sirva para hacer recapacitar a algunos y que las disputas de políticos mezquinos, de mentalidad aldeana, dejen de una vez de utilizar estas reuniones como armas arrojadizas locales y se unan al carácter global que tiene este sector. Estoy seguro de que ganaríamos todos, el Ifema también.
Un servidor, con simpatías “Juancarlista” pero “cortito” en doctrina monárquica, tiene que reconocer que agradecería la presencia de los Reyes en cualquier acto relacionado con la automoción. De verdad, me apena ver al Rey de España disfrutar en actos relacionados con el automóvil en el extranjero, recientemente en la F1 en Arabia, y que aquí por mezquindad, aldeanismo, protagonismo puebleril de algunos, dejamos fuera.