En un contexto de pugna entre las marcas por lograr reducir su media de emisiones lo antes posible, Skoda se fija un objetivo ambicioso: que un 10% de sus ventas totales a final de año sean de su gama ECO. Esta familia, que ha crecido de forma extremadamente rápida en el inicio del curso, cuenta ya entre sus filas con cuatro nuevos y fundamentales integrantes: el Citigo-e (su primer eléctrico), el Superb PHEV (su primer híbrido enchufable), y los Kamiq y Scala de GNC.
Los dos primeros entrarían dentro de la llamada Gama iV, en la que la marca engloba todos sus modelos con etiqueta cero, para la venta de los cuales ha sido formada de forma específica toda su red.
El Citigo-e se ha convertido ya en la gran apuesta de los checos dentro de la descarbonización de sus productos —proceso en el que ya han invertido más de 2.000 millones de euros—. Sus 83 CV (61 kW) y 210 Nm de par logran una excelente aceleración de cero a 100 en 12,3 segundos. Además, puede conducirse en modo normal, Eco o Eco +, dependiendo de lo que necesite extenderse su autonomía máxima de 253 km. La batería, de 36,8 kWh, viene con una garantía asegurada de ocho años o 160.000 kilómetros, al igual que el resto de los eléctricos del Grupo Volkswagen. Sin embargo, el pequeño utilitario eléctrico sí tiene un añadido que le hace especialmente atractivo en cuanto a las opciones de recarga: trae de serie todos los adaptadores para poder enchufarse en cualquier punto, ya sea uno rápido de 40 kW (carga el 80% en una hora), uno público de 7,2 kW (cuatro horas y 15 minutos) o uno doméstico de 2,3 kW (12 horas y 43 minutos). Su precio, con todos los descuentos aplicados por Skoda, parte de los 17.900 euros; aunque, de aplicarse ayudas estatales como el Plan Moves, este podría verse reducido hasta los 12.400 en su versión más básica.
Por su parte, el Superb híbrido enchufable se presenta como el más prestacional de la familia, con diferencia. Su motor TSI 1.4 gasolina de 156 CV se une al propulsor eléctrico de 85 kW (equivalente a 115 CV) para lograr una potencia combinada de 218 CV. El reparto de empuje por parte de cada una de las mecánicas puede personalizarse, con tres opciones diferentes: por un lado, es posible activar la circulación 100% eléctrica, con una autonomía de 57 km; por otro, puede circularse en modo híbrido, aunque reservando un porcentaje determinado de manejo cero emisiones; y finalmente, se puede utilizar el modo automático, mediante el cual es el propio coche el que optimiza el uso. Incorpora, como factor tecnológico diferenciador, un Virtual Cockpit que muestra información necesaria al volante como la navegación, además de venir de serie con suspensión adaptativa, y capacidad de cargarse tanto en Wallbox como en un punto doméstico. En cuanto a su precio, puede adquirirse desde 31.200 euros, que podrían quedarse en 28.600 con planes gubernamentales de incentivos a la compra.
Finalmente, los GNC, ya definidos por el Grupo VW como “propulsión puente”, también tendrán un peso relevante dentro del futuro inmediato de Skoda, gracias al Kamiq y el Scala, ya que, si en el ejercicio pasado lograron matricular cerca de 500 unidades de este tipo, para 2020 esperan doblar esta cifra. Ambos montan un motor 1.0 de 90 CV, al cual alimentan hasta tres tanques de gas más uno de gasolina. Su autonomía alcanza los 600 kilómetros, aunque esto no hace que su precio de venta se eleve de forma excesiva. Incluso, la firma deja claro que los dos se comercializarán al mismo nivel de venta que las versiones de combustión tradicionales. La berlina parte de los 14.400 euros (con descuento), mientras que el SUV —el cual representó un 5% de sus ventas totales en 2019 pese a únicamente haberse ofrecido durante el segundo semestre— lo hace desde los 15.900.
Gama ECO de Skoda: una familia muy eficiente
Los Citigo-e, Superb híbrido enchufable y Scala y Kamiq de GNC se presentan como la apuesta total de la marca checa para descarbonizar su mix de ventas.