El mercado europeo, por su madurez, se considera uno de los más competitivos, hasta el punto de que ha puesto fin a proyectos empresariales de primer nivel, como el de Chevrolet, propiedad de General Motors, que salió del continente en enero de 2016. A esta víctima se le sumará otra el año que viene: Infiniti, la marca premium de Nissan, ha anunciado que se retirará de Europa Occidental el 31 de marzo de 2020, una decisión que, pese a que se había estado barajando desde hace meses, ha pillado completamente por sorpresa a los distribuidores del Viejo Continente.
Y es que, a finales de enero, el discurso oficial no generaba ningún tipo de dudas: «Nuestra firme intención es permanecer en Europa», sentenciaba un portavoz de la firma en una información publicada por Automotive News. No obstante, esas palabras se las ha llevado por delante la compañía al anunciar, el 12 de marzo, en un comunicado, un plan de reestructuración, con el que buscará centrarse «en sus mercados de mayor crecimiento, específicamente Norteamérica y China».
Ese foco principal no supondrá que se deje de operar en otros territorios, como Europa del Este, Oriente Medio y Asia, «que continúan creciendo». Esas expectativas positivas de futuro es lo que no atisbaban los responsables del fabricante en el caso de la parte occidental europea. «La realidad comercial es que no hay visibilidad de un negocio viable y sostenible, fundamentalmente a causa de los retos regulatorios», se justifica el responsable global de Comunicación, Trevor Hale.
La marca atraviesa un momento delicado en este mercado, en el que solo vende tres modelos, el Q30, QX30 y Q50 —en España, se comercializa stock del Q60—, después de que se retiraran el Q70, QX70 y Q60. A cierre de 2018, vio reducidas sus ventas a la mitad, hasta contabilizar 5.800 unidades. La nueva estrategia de Infiniti estará relacionada con la electrificación, y es que a partir de 2021 solo habrá versiones cero emisiones o híbridas, dejando de lado la oferta diésel.
Para reforzar su negocio, pondrá un mayor énfasis en su gama SUV en Norteamérica, lanzará cinco coches en China en el próximo lustro, además de trabajar para mejorar la calidad de las ventas y los valores residuales, así como potenciar las sinergias con Nissan. En el apartado industrial, también hay novedades: desde mediados de 2019 la fábrica británica de Sunderland dejará de montar el Q30 y QX30, de los que se fabricaron 12.000 unida- des el año pasado. Esta decisión afectaría a unos 250 operarios, a los que se buscaría una alternativa, al igual que a los 51 emplea- dos de la matriz europea. Del lado comercial, la firma cuenta con 55 concesionarios en Europa Occidental, de los cuales 17 están en España, un mercado controlado por Bergé como importador —suministra coches también a una concesión en Andorra—.
Respuesta española
En próximas fechas, Infiniti se pondrá a negociar con los distribuidores, entre ellos la empresa española, para «cerrar los acuerdos de franquicia, dando apoyo y los servicios necesarios para asegurar una transición suave». Hasta que esto no se lleve a término, y se deje resuelta la gestión de la posventa, el mantenimiento y las garantías en un horizonte más allá de marzo de 2020, seguirán operando los vendedores como hasta ahora. «Aunque todavía estamos evaluando las consecuencias, trabaja- remos durante este periodo para mitigar el impacto sobre la red y nosotros mismos», explica Infiniti España en un comunicado, en el que destaca que han logrado con- vertirse en el primer país del continente en ventas y cuota.
En 2018, se matricularon 1.760 unidades (-5%), lo que representó un 30% de Europa Occidental. Al cierre de edición, se había contactado con las concesiones para comunicarles la decisión de la marca, trasladarles tranquilidad y garantizarles un hilo directo de información a medida que se vaya avanzando en el proceso.