Ignacio Anasagasti / Chennai (India)
La renovación completa de la gama, junto a la recuperación progresiva de mercados como el europeo, le está sentando muy bien a Renault. El fabricante francés tiene el objetivo de “estar por encima del 80%” de su capacidad de producción mundial “con los nuevos productos, entre 2016 y 2017”, según declaró el director delegado de Competitividad de Renault, Thierry Bolloré, en una entrevista con la prensa española, en el marco de la presentación del Kwid, un urbano low cost que se lanzará en una primera fase en el mercado indio y de Asia-Pacífico.
De conseguirse este resultado, se superaría en 20 puntos porcentuales el registro que consiguió la marca en 2012 y en 10 puntos el del pasado año. “Nuestros planes están cada vez más equilibrados en comparación con lo experimentado en los últimos seis años, gracias al éxito de los nuevos vehículos. Cuando llegué a la compañía recuerdo planes de plantas muy infrautilizadas. Hoy, gracias al Captur, Clio, a nuestra gama de comerciales ligeros, entre otros, todas nuestras plantas”, a excepción de Rusia, Argentina y Brasil que padecen “desequilibrios” por cuestiones macroeconómicas, están con mayores niveles de actividad que “en aquellos tiempos”, apuntó el directivo, que destacó positivamente a la planta de Valladolid, que con el SUV está superando el 80% deseado.
En este proceso de recuperación global, Renault está inmersa en una mejora continua de competitividad en sus centros de producción con la aplicación de diversos acuerdos industriales. Fruto de ello, la empresa está viendo cómo se reduce su break even en términos de fabricación, que en el pasado se situaba en “2,5 millones de unidades”. Bolloré declaró que el objetivo es estar “muy por debajo de ahí porque estamos mejorando la eficiencia de nuestro sistema global de una manera que es visible”. A medida que esto sucede, el constructor está respondiendo aumentando su inversión en “investigación”.
Países de altos costes
La apuesta por una mayor competitividad no se limita a países de “altos costes”, como España o Francia, por ejemplo, sino a todas las localizaciones del grupo. En el caso de Francia, el director delegado de Competencia explicó que, tras la firma del Acuerdo de Competitividad en marzo de 2013, se llegó a un “entendimiento común sobre qué hacer para sobrevivir y para desarrollarnos, pero el asunto real que les explicamos es que necesitamos ser tan competitivos como las plantas de fuera de Europa o en los bordes de Europa”, como Turquía o República Checa. En este sentido, y tras las medidas introducidas, aclaró que la diferencia de las factorías francesas respecto a otras con costes inferiores se ha reducido ya “a la mitad”. “Es muy significativo y estamos en el camino para converger”, matizó.
En una situación un poco mejor se encuentra España que tiene una diferencia competitiva “un poco menor” que la de Francia. El ejecutivo galo comentó que en países como el nuestro, “de altos costes”, hay que actuar en todo el proceso productivo hasta que se entrega el vehículo al distribuidor y que los mayores costes de mano de obra se pueden compensar, por ejemplo, con la llegada de robots inteligentes y económicos que mejoren la productividad y actuando sobre los proveedores, estableciéndolos “más cerca” de las plantas. Sobre la situación actual de las factorías españolas y sobre la posibilidad de que reciban nuevas inversiones, subrayó que “están entre las mejores de la Alianza”.
Competición intermarcas
Bolloré, preguntado sobre si es posible que las plantas de Renault-Nissan opten a productos de cualquier marca de la Alianza, indicó que “todas están en competición, porque estamos estableciendo un proceso totalmente estandarizado, que impulsa metodologías y procesos compartidos gracias a plataformas comunes y a nuevos motores compartidos”. “Da mucha flexibilidad. Tenemos muchas opciones y eso es bueno porque el objetivo final es empujar los activos al máximo“, resumió.
En cuanto a las sinergias conseguidas con la Alianza, el directivo anunció que, tras registrar 2.800 millones de euros en 2014, el objetivo de futuro es lograr “más de 4.300 millones”. “Esto es el mínimo y esperamos estar cerca de los 5.000 millones”, apostilló.