Anfac sigue reclamando incentivos para la compra de vehículos diésel al Gobierno. Y en particular, los consideran esenciales para lograr renovar el parque automovilístico de los vehículos industriales, el cual alcanza ya una media de edad de 15 años. Así lo confirmaba el director general de la patronal, José López-Tafall, quien ha defendido que, en el camino de la descarbonización, en el cual estima que «el sector está cumpliendo su papel», sería muy útil que el usuario pudiese contar con un modelo pesado de gasóleo actual, al ser «mucho más eficiente».
El directivo ponía estos argumentos sobre la mesa durante el webinar organizado por su propia asociación, el cual ha contado con dos mesas redondas, ambas destinadas a enfocar la movilidad alternativa en el transporte por carretera: una con los actores institucionales —tomaron parte representantes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la DGT, la Aecoc y el propio López-Tafall—, y otra con los principales constructores —Iveco, Man, Renault Trucks, Scania y Volvo Trucks—.
En ambos coloquios se ha hecho especial incisión en la necesidad de mejorar las infraestructuras de carga en España, para poder facilitar a los conductores de camiones, furgonetas y autobuses que puedan enchufarlos de forma eficiente durante el desarrollo de su actividad. De hecho, Jose Carlos Espeso, responsable de Proyectos de Movilidad de Aecoc, defendía no solo implementar un mayor número de cargadores en la red ya existente, sino que «hay que visionar que las electrolineras tengan a corto plazo tecnologías para modelos de hidrógeno».
En la misma línea se situaba Jorge Ordás, subdirector general de Gestión de Movilidad y Tecnología de la DGT, quien argumentaba que la clave está en la inversión, para «acelerar los tiempos de recarga», lo cual facilitaría no solo una mayor facilidad para los profesionales, sino también una mayor fluidez en las estaciones de servicio.
Por otra parte, Mercedes Gómez, directora general de Transporte Terrestre —enmarcado dentro del Ministerio de Transportes— aludía a que no solo los vehículos electrificados y los de pila de combustible entran en los planes del organismo que dirige José Luis Ábalos para los planes de descarbonización, sino que otros combustibles, como «los biocarburantes, constituirán un factor importante en los próximos años».
Los fabricantes certifican la amplitud de sus gamas
En la mesa de los constructores, todos los dirigentes de las grandes marcas de vehículos pesados renovaban su compromiso con la reducción de emisiones haciendo repaso de sus respectivas gamas. Tanto el representante de Iveco —Ruggero Mughini— como los de Man —Stephane de Creisquer—, Renault Trucks —François Bottinelli—, Scania —Sebastián Figueroa— y Volvo Trucks —Giovanni Bruno— han destacado que, si bien la propulsión electrificada ha sido uno de los grandes retos hasta ahora, la clave del futuro será la pila de combustible, un sistema que todos admitían tener entre sus planes para alcanzar mayores autonomías que las que pueden ofrecer las baterías eléctricas actuales.
Sin embargo, la mayor parte de los directivos coincidía en que existen diferentes trabas que, por ahora, frenan la descarbonización en el ámbito de los vehículos industriales. Para salvar, por ejemplo, el obstáculo del aumento de precios para el consumidor, Mughini explicaba que será necesario «hacer un esfuerzo social, aunque sea algo más caro», puesto que «el producto está, las inversiones en infraestructura están, falta el usuario».
En otro aspecto, De Creisquer justificaba que las normativas europeas han de ponerse más aún a su favor para poder incentivar la compra de modelos pesados limpios, para lo cual solicitaba que las tasas de peaje en la Unión se cobren en función de las emisiones que cada uno registre.