El secretario general de Industria y de la Pyme, Raül Blanco, ha señalado que, tras el anuncio de Nissan de su intención de cerrar la planta de Barcelona en diciembre –también pondría fin a la actividad de los centros de Montcada y San Andreu de la Barca–, desde el Gobierno y su ministerio se va a “trabajar para revertir la situación y si no es posible, que haya alternativas industriales”. “Vamos a dar un apoyo total a los trabajadores y a las empresas proveedores”, ha sentenciado.
Blanco, que ha intervenido en una videoconferencia organizada por Fundación Ibercaja dentro de su proyecto Mobility City, ha explicado que desde la comunicación de hoy del fabricante japonés, sobre la que ha puntualizado que la “rechaza y lamenta”, se abre un “periodo de conversaciones” durante las próximas semanas, en el que “habrá que ver qué sucede”, aunque aseguró que las administraciones en todos sus niveles, junto a los sindicatos, van a trabajar “para garantizar el futuro” de una actividad que, contemplando el empleo indirecto, da trabajo a 30.000 personas.
“Es un día triste para la automoción en España”, ha expuesto el secretario general, que ha defendido que, “por más que nos han argumentado el cierre, no se sostiene económicamente —el Ministerio calculó que el impacto para la compañía será de más de 1.000 millones de euros frente a una inversión de 300 millones que garantizaría la supervivencia de las factorías–, será difícil, duro y se trata de una decisión mala en términos geoestratégicos, porque supone marcharse de la UE” –Nissan ha anunciado que mantiene su factoría de Sunderland, en Reino Unido–, y eso “le va a afectar en un mercado de 500 millones de consumidores”.
El responsable ministerial ha responsabilizado a la marca nipona del desenlace, porque, a su juicio, aunque con la crisis actual están sucediéndose “cosas insólitas” si se contemplan desde hace tres meses, el anuncio del cierre de Barcelona “no es insólito”, porque la compañía “lleva 10 años sin invertir y hay que indicarlo”. “Si no se invierte en una planta, esta empieza a tener problemas. Hay que acompañar a las fábricas para que inviertan. Vamos a tener una política decidida para que lo que estamos viviendo hoy no se repita y se encuentre solución“, ha subrayado, añadiendo que en Industria son conscientes de la prioridad de apoyar a la automoción para que siga siendo competitiva, más si cabe por las relocalizaciones por las que están apostando otros países, como Francia, que “pueden tener tensión en España, porque no contamos con centros de decisión” .
En la videoconferencia ha intervenido también el director general de Anfac, José López- Tafall, que ha trasladado un mensaje de apoyo al Gobierno para que se mantenga la actividad de Nissan en Barcelona. “Tiene que ser la última planta en cerrar y deber ser una piedra de toque para que pongamos todos los medios para que las fábricas españolas sean las más competitivas de Europa, y eso pasa por trabajar juntos”, ha puntualizado, enfatizando que, si se hace una buena reconversión del sector, se “pueden atraer nuevas factorías”.
El Moves, en junio
Durante el debate, se ha hablado, entre otros temas, de la necesidad de impulsar de manera prioritaria programas de ayuda a la compra para incentivar el mercado y con ello la actividad industrial. En este sentido, el secretario general de Industria ha informado de que en el Consejo de Ministros de la próxima semana se va a aprobar la segunda edición del Moves con un presupuesto de 65 millones de euros, un horizonte temporal que fue adelantado en primicia por este medio.
El responsable ministerial ha dejado claro que este programa no es suficiente, porque viene recogido en unos Presupuestos Generales prorrogados de 2018, lo que limita la posibilidad de contar con recursos económicos más amplios. Así, insistió que en Industria están trabajando para “establecer un plan de ayudas neutral y estatal” más potente y del que espera “tener buenas noticias pronto”.
