El comité de empresa de Nissan Barcelona ha convocado una huelga indefinida ante la sospecha de que la intención de reiniciar la producción, tras el parón por el coronavirus, se debe solo a cumplir con los pedidos de Mercedes, pero que después se pararía de nuevo.
Según denuncian todos los sindicatos del centro, la intención de la empresa es solo arrancar la línea de los pick-up (en ella se monta la Nissan P300 Navara, Renault Alaskan y Mercedes Clase X), el lunes 4 de mayo, pero para la cadena de la furgoneta eléctrica e-NV200 aún no hay fecha.
Esto les lleva a plantearse seriamente que, tras satisfacer las compras de la marca alemana —se va a desvincular del proyecto a finales de mayo—, se cerraría definitivamente la factoría de Zona Franca, que da trabajo a 2.400 empleados de manera directa, lo que arrastraría a los centros satélites de Montcada, que también se unirá a la huelga, y Sant Andreu de la Barca. Entre las tres unidades ocupan a cerca de 3.500 personas.
El comité de empresa, además, ha mostrado su malestar porque habían solicitado que a la reunión de hoy acudiera el máximo responsable industrial de la marca Nissan en España, Genis Alonso, quien finalmente se habría ausentado.
Además, los delegados de la factoría catalana también han instado a los trabajadores de Ávila y de Los Corrales de Buelna (Cantabria) que se unan a los paros, para protestar por las promesas incumplidas de la compañía japonesa, que pretenden mantener hasta que Nissan no clarifique el futuro de la factoría.