Audi España ha lanzado un modelo de comercialización pionero en el mundo con la llegada del e-tron, su primer vehículo 100% eléctrico. A través de él, la marca es la que tiene la propiedad de los SUV, que se entregan en depósito, en su red de distribución; la que gestiona los trámites de financiación y matriculación, y la que factura el importe final.
La iniciativa ha sido bien recibida por los concesionarios, pues les permite librarse de la gestión de inventario, de la depreciación del stock, de la necesidad de automatricular y de grandes inversiones, a cambio de convertirse en un punto de entrega y recibir por cada operación una comisión superior al 6%, según han confirmado fuentes cercanas al proceso a La Tribuna de Automoción.
La llegada de un modelo de venta directa era algo que se rumoreaba desde la firma de los nuevos contratos de distribución en octubre de 2018. Los documentos entrarán en vigor el 1 de abril de 2020.
Sin embargo, lo que antes se veía con recelo ahora es bien recibido por parte de la red, al tratarse de un modelo de un coste tan elevado como es el e-tron, propulsado por una tecnología que el público todavía ve con cierto escepticismo.
Que sea precisamente el e-tron tiene sentido por partida doble: por un lado representa un cambio emblemático de la marca y su enfoque en la electrificación; por otro, se trata de un modelo de poco volumen que hace que los costes logísticos se mantengan manejables para la marca de Ingolstadt.
Es difícil imaginar que se puedan implementar las mismas condiciones en un A3 —su modelo más vendido hasta la fecha, con 5.261 unidades—, que al SUV cero emisiones, que acumula 91 entregas hasta mayo.
Sin embargo, de su éxito, que está siendo monitorizado de cerca por la central, depende que el sistema se expanda a más mercados u otros modelos, algo que las fuentes consultadas desean que ocurra.
La información más detallada está disponible en el último número (556) de La Tribuna de Automoción, ya a la venta.