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Dalli: «Si fabricamos las baterías en Europa, el límite de emisiones del 40% generará 92.000 empleos»

Adrián Vega / Madrid 

La eurodiputada laborista Miriam Dalli afirma que el recién aprobado objetivo de reducción de dióxido de carbono del 40% tendría la capacidad de crear 69.000 puestos de trabajo, de aquí a 2030, en el caso de que la Unión Europea siga importando las baterías eléctricas de los países asiáticos. Sin embargo, asegura que la capacidad de generación de empleo se incrementaría hasta los 92.000 puestos de trabajo si Europa fabricase sus propias baterías, motivo por el cual apuesta por «embarcarse en esta estrategia». 

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Adrián Vega / Madrid 

La eurodiputada laborista Miriam Dalli afirma que el recién aprobado objetivo de reducción de dióxido de carbono del 40% tendría la capacidad de crear 69.000 puestos de trabajo, de aquí a 2030, en el caso de que la Unión Europea siga importando las baterías eléctricas de los países asiáticos. Sin embargo, asegura que la capacidad de generación de empleo se incrementaría hasta los 92.000 puestos de trabajo si Europa fabricase sus propias baterías, motivo por el cual apuesta por «embarcarse en esta estrategia». 

Durante la rueda de prensa ofrecida después del voto en sesión plenaria de su controvertido informe, Dalli ha celebrado que más de la mitad de la Eurocámara la haya respaldado y «haya comprendido» que unos objetivos más estrictos acercan más a la Unión Europea a sus metas de futuro. «Como socialdemócrata, la creación de empleo me preocupa por encima de todas las cosas. Con la propuesta aprobada hoy, se sientan las bases para atraer más trabajo y más inversiones a Europa», ha respondido ante las críticas de fabricantes y diputados conservadores, que consideran los objetivos impuestos «demasiado ambiciosos». 

 

Ante la oposición que ha suscitado el sistema de bonus/malus con el que se premiará o penalizará a aquellos fabricantes que no respeten la cuota mínima de ventas de vehículos de bajas emisiones —del 35% para 2030—, la eurodiputada maltesa ha destacado que, en esa categoría, no solo se incluyen eléctricos, sino también híbridos enchufables, de pila de combustible e incluso aquellos motores de combustión interna que logren reducir sus emisiones por debajo de los 50 gramos/km de CO2. «No priorizamos una tecnología por encima de otras, buscamos un mix tecnológico que nos ayude a reducir las emisiones», explicó. 

A propósito de la medición de emisiones, Dalli ha recordado que hoy también se ha votado para garantizar que los valores que se tienen en cuenta para calcular la reducción progresiva a partir de 2020 se midan en condiciones reales de conducción y que no sean los declarados por los propios fabricantes. Además, matizó que no solo se tendrá en cuenta la contaminación del tubo de escape, sino la totalidad de emisiones a lo largo de todo el ciclo de vida del automóvil, es decir, well-to-wheel.