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Koyo articulará un concurso de acreedores para desmantelar su fábrica de Bilbao

Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid

La situación en la fábrica de Koyo Bilbao (antigua IRB) ha llegado al punto de no retorno. La dirección de la compañía de rodamientos a nivel europeo declarará en «pocas semanas» a la planta en concurso de acreedores, según han informado a La Tribuna de Automoción fuentes cercanas al proceso.

koyo bilbao

Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid

La situación en la fábrica de Koyo Bilbao (antigua IRB) ha llegado al punto de no retorno. La dirección de la compañía de rodamientos a nivel europeo declarará en «pocas semanas» a la planta en concurso de acreedores, según han informado a La Tribuna de Automoción fuentes cercanas al proceso.

Según estás mismas fuentes, con esta maniobra, Koyo espera facilitar la venta de la factoría bilbaína a Fersa, otra empresa española especializada en rodamientos, en este caso para vehículos industriales. El plan de Fersa pasaba por reestructurar la plantilla hasta dejarla en 35 de los 56 trabajadores que actualmente la componen y crear una bolsa de trabajo para poder reincorporar al resto de trabajadores e incluso contratar a nuevos según se fuera recuperando la actividad en la fábrica.

Koyo considera a Fersa la mejor opción de venta ya que, con la transformación de la fábrica bilbaína, sus rodamientos no serían competencia directa de Koyo en España y en Europa. De hecho, según afirman estas mismas fuentes, desde que la empresa japonesa comprara IRB hace cuatro años, ha dificultado su actividad en suelo europeo todo lo posible, hasta el punto de que Koyo no ha querido homologar los productos de la planta de Bilbao y han recomendado a sus clientes no comprarlos.

Meses de negociaciones

Koyo ha llegado a esta situación después de varios meses negociando con Fersa sin éxito ya que, en última instancia, ésta exigía que el Comité de empresa, que representa a los trabajadores, estuviera de acuerdo con su plan de reestructuración. Los sindicatos se negaron a aceptarlo mientras que no valorara otra oferta de compra, realizada por el actual administrador de la empresa y que contemplaba el mantenimiento del empleo y la actividad de la fábrica.

Koyo la rechazó por considerarla «inviable», pero, según fuentes del sector, detrás de esta negativa se esconde la decisión de la compañía japonesa de desmantelar la planta de Bilbao para que no sea competencia de Koyo, algo que podría ocurrir si el actual administrador se hace cargo de la factoría y da un impulso a la actividad en Europa.

koyo bilbao2«Negocio muerto»

Según estas mismas fuentes, en el momento en el que se declare el concurso de acreedores, «el negocio en la planta de Bilbao estará muerto», ya que la mayoría de clientes buscarán nuevos proveedores de rodamientos ante la posibilidad de no recibir los recambios que demanden.

La situación de la planta bilbaína se ha ido deteriorando desde que fuera adquirida por Koyo, lleva varios años en números rojos en gran parte por las trabas que han puesto desde Koyo Europa a la actividad en la fábrica, y con un ambiente de conflictividad laboral, fruto de los desencuentros entre la dirección de la planta y el sindicato nacionalista ELA.

Según fuentes de la empresa, el concurso de acreedores llegaría en el peor momento, ya que, a pesar de todos los problemas, la fábrica ha ido reduciendo su deuda durante este año hasta el punto de que habría podido cerrar el mes de mayo en positivo o muy cerca del breakeven.

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